El rincón del acordeón

Ir al índice del álbum de familia  


Uno de los recuerdos de mi niñez (a mediados del siglo 20) era que Kike, uno de mis hermanos mayores, viajó para estudiar música en el conservatorio de Chile. Él era tenor. Tocaba muy bien el piano, la guitarra, la flauta transversa y el acordeón, y el acordeón se escabulló por mi alma como un pajarito travieso y construyó su nido en un lugar muy especial de mi corazón. Su hermoso sonido me cautivó desde la primera vez que lo escuché. Por eso merece un rincón especial.
A juzgar por mi tamaño, era un aparato enorme (no recuerdo si era Hohner o Scandalli). Pero él me dejaba tocarlo, y yo no perdía el tiempo. Realmente pasaba horas intentando dominar a esa bestia, sobre todo, eso de abrirlo y cerrarlo para que el fuelle produjera las notas. Yo tenría unos 8 años de edad. Pero mi pasión no se inclinaba por el acordeón, sino por el piano. Hay varias marcas de acordeón muy buenas y famosas en el mundo.
Para mí, el bandoneón, pariente del acordeón, era el señor de señores de los instrumentos de fuelle, pero no por su tamaño, sino por su asociación con el tango, estilo musical de peso, que siempre ha sido visto por las multitudes con especial admiración. Pero el acordeón me gusta más. Con el acordeón se tocan especialmente las polkas, y con el bandoneón, los tangos, pero las canciones románticas también suenan maravillosas. Además, hay una gran cantidad de instrumentos musicales que son semejantes al acordeón.
Si tuviera que armar un rincón con temas favoritos de acordeón, tengo que poner primero al gran Paolo Bagnasco, italiano. No porque sea el mejor acordeonista del mundo, sino por ser tan diferente. Tiene una sensibilidad tan especial, irradia una sencillez e inocencia poco vista en muchos artistas; y no suele usar la mano izquierda para tocar el acompañamiento porque generalmente la mantiene ocupada produciendo su famoso vibratto, que le dio su toque personalísimo. Se concentra en la melodía y deja que una orquesta o play back se encargue del acompañamiento.
En primer lugar, no podría menos que traer a colación su dulce y preciosa interpretación de Avant de Mourir (Antes de morir). No me canso de escucharla. Me parece que estuviera tumbado en la playa La Herradura bajo el brillante sol de aquellos tiempos. Ahhhh. Puedo ponerla una y otra vez y siempre me dará pena de que termine. (No confundirla con Aimer avant de mourir, un tema muy diferente.) Otro tema que me encanta de Paolo es Banana split. Y ni qué decir de su precioso Fuoriclasse. Explotarás de placer de solo ver cómo disfruta de su acordeón.
Escuchar y ver a Paolo hace que me transporte mentalmente y deje de dolerme, al menos por un rato, la contaminación ambiental, la corrupción moral, la guerra y tantos males que saturan al mundo. Uno sencillamente se siente como yendo al pasado o a otra dimensión, una donde la vida era más sencilla, tranquila e inocente. Claro que después termina la música y uno se da cuenta de que Paolo es un contemporáneo que sufre por todo igual que nosotros. Estas son otras de sus interpretaciones:
Si quieres entrar al site de Paolo y enviarle un mensaje, haz clic aquí para la dirección.
Pasando a otros intérpretes, este es otro de Fuoriclasse. También es interesante el acordeón de botones, como el de Idoia Laburu que tocó con Joxan Goikoetxea.
Riccardo Ambrogini también es un excelente cultor del acordeón.
Massimo Castellina también es un reconocido intérprete del acordeón. Tiene polcas para hartarme.
Ni qué decir de Lidia Kaminska, Phd en Acordeón clásico, especialista en acordeón de botones. Aquí aparece en una entrevista de Hugh Sun.
Es agradable ver cómo hay niños que mantienen al acordeón en un sitial de honor. Como João Barradas, de 14 años, que llegó al segundo lugar en un campeonato. Y qué decir de Marie Grillet, de 7 años.
Alexandra Schmied lo combina con el canto y provoca un sentimiento muy especial. Tiene un web site. Otros temas de Alex: 1 2 3 4
 
Tampoco hay una edad para jubilarse del acordeón, como lo demuestran las personas de edad que continúan dando rienda suelta a su pasión por la música. La juventud no está en la piel ni el los huesos, sino en el alma. Uno puede permanecer tan joven como quiera. Si quiere creer que está viejo y ya no da para más, así será; pero si mantiene una actitud juvenil, nunca se le acabará, porque siempre estará como en sus mejores tiempos en el paraíso de su corazón. Basta con mirar cómo esta dama se mantiene en sus veintes, jeje. Clic aquí. Y ¿qué hay de este jovencito? Clic aquí.
Como dije antes, el bandoneón también tiene un sonido precioso. Julio Iglesias lo incorporó en su versión de La Cumparsita, y quedó precioso. También existe el melodeón, que es un pariente del acordeón. Aquí Bobby Gardiner tocando una pieza en su melodeón. Otro instrumento interesante es la concertina

Claro que no es muy agradable para el intérprete, cuando está tocando, que todos se pongan a conversar, como le pasó a esta joven. Ocurre a menudo. Prestar atención cuando alguien toca un instrumento, aun cuando no lo haga muy bien, es una manera de expresarle aprecio por su esfuerzo y por compartirlo con los oyentes. No prestarle atención es una forma de menospreciar lo que hace. ¿No sería contradictorio que alguien dijera: "La música es magnífica", y al mismo tiempo la opaque con su charla o con ruidos, silbidos y hurras? Por otro lado, lamentablemente algunos intérpretes favorecen esa actitud al mostrarse ellos mismos como si no les interesara lo que hacen. No hay nada más aburrido que oír a un acordeonista que pone cara de pocos amigos, porque su rostro es el centro de la atención. Eso nunca lo entenderé.
No quisiera terminar sin incluir el homenaje que la famosa compositora Edith Piaf le hiciera a los acordeonistas allá por la década del 50 con L'Accordeoniste.
Bueno, espero que el acordeón continúe deleitando a multitudes para siempre, porque su sonido es realmente muy agradable.
Y qué mejor que cerrar esta página repitiendo el Fuoriclasee de mi muy admirado Paolo Bagnasco.

No hay comentarios: